Exponemos la importancia del papel de la familia a partir de una larga experiencia de trabajo con padres. Recogemos los conflictos que se plantean en el vivir cotidiano. Conflictos que de uno u otro modo expresan confusión respecto a una serie de criterios en cuestiones básicas relacionadas con  las relaciones, los vínculos o lazos, las pautas de crianza.

Los programas de Escuela para Padres se plantean como un espacio de reflexión, donde se analiza el Grupo Familiar: el ejercicio del papel de cada uno, sus espacios, sus límites y la forma de ponerlos, tipo de comunicación, criterios evolutivos para ayudar a crecer.

Los objetivos de nuestra Escuela de Padres son:

  • Entender el significado de los diferentes papeles y su particular inter juego plasmado en las diferentes problemáticas del vivir cotidiano.
  • Brindar elementos de análisis de la propia realidad para facilitar la búsqueda de alternativas.
  • Repensar a través de qué hechos cotidianos  se generan procesos de inmadurez y mediante qué situaciones alternativas se puede facilitar el desarrollo de seres más autónomos y dueños de su historia.

Entendemos que  los conflictos implican tanto el proceso de ayudar a crecer, como el proceso de ayudar a crecer hoy, en medio de las dificultades actuales. De acuerdo a como, en este caso los padres, analicen e interpreten los conflictos, será cualitativamente diferente la forma de resolverlos.

En la presentación de este programa en uno de los colegios de la Comunidad de Madrid los asistentes plantearon las siguientes cuestiones, sobre las que les gustaría reflexionar:

  1. La relación entre los hermanos.
  2. ¿Qué tiempo es necesario dedicarles a los hijos?
  3. Las salidas de los niños/as a partir de qué edad y hasta qué hora.
  4. Las malas compañías. ¿Cómo explicar lo malo, lo bueno en las amistades?
  5. Los cambios de niño/a. El paso a la adolescencia.
  6. Los propios cambios en la etapa infantil.

El primer punto lo tratamos desde cuestiones básicas en torno a las relaciones en el grupo familiar: desde donde se aborda el papel de cada uno de los miembros de la familia. El papel de los padres, su lugar. El  de los hijos, como tales. El lugar de cada uno de los hijos como hermanos. Las necesidades de cada uno de los miembros del grupo en función de su momento evolutivo. Cuestiones de cierta rivalidad entre hermanos que son naturales en el contexto de la dinámica familiar, que se generan por el propio proceso de crecer.

Los puntos dos, tres y cuatro nos sitúan en el espacio de cada uno, que enlaza con la cuestión de los límites unido al ejercicio de la autoridad. Qué mensajes  enviamos y cuestiones más técnicas como el ruido en la comunicación, por ejemplo los dobles mensajes.

Los últimos puntos nos adentran en el proceso de crecer. A través de una metodología activa, basada en el análisis de hechos concretos, los participantes encontraron respuesta a sus inquietudes.

Citamos algunas de las conclusiones que se expresaron en el final del grupo de trabajo.

Me ha dado más seguridad. He avanzado un poco más, me gustaría seguir.

Es como un sedante para mis nervios.

Positivo.

He aprendido, doy mensajes más claros, delimito mejor mi tiempo y mi espacio.

Me valoro mucho más porque no me juzgo con tanta culpa. Me creo más persona.

Hemos aprendido a reflexionar. Se me ha despertado el cerebro.